El Sistema Electoral Mixto es una propuesta concreta para estructurar cómo los habitantes de un territorio adquieren la capacidad de identificar y controlar colectivamente a su representante, llamarlo a cuentas y cambiar la ecuación de poder en Colombia. Esto permite pasar de una relación atomizada y clientelista, a base de pedir favores (relación patrón –cliente), a una donde los ciudadanos organizados por medio de una sociedad civil fuerte, densa y articulada, le puedan exigir a los representantes que salieron elegidos obedecer el mandato colectivo de la ciudadanía que representa (relación principal-agente).
El Sistema Electoral Mixto combina dos métodos de elección: (1) por Distritos Uninominales (DUN)— territorios conformados con un tamaño entre 100 mil y menos de 500 mil habitantes, con el fin de que los ciudadanos tengan una relación más cercana y directa con su representante y (2) por lista cerrada por partido político. De esta manera se resuelve el problema de la ausencia de representación de los ciudadanos en el poder legislativo, manteniendo la proporcionalidad entre votos y curules.
En el periodo legislativo 2010-2014, John Sudarsky, Senador en ese entonces, presentó el proyecto de un sistema mixto para la elección del Congreso de la República en tres ocasiones y en la última fue aprobando por Comisión Constitucional del Senado, pero luego se archivó. Ya por fuera del Senado, a través de CONTRIAL se construyeron los mapas políticos con base en los resultados electorales del Congreso de 2014-2018 aplicando el sistema mixto, con la fórmula del 60% de las curules elegidas por DUN y el 40% por lista cerrada, con la intención de promover el control social por medio de grupos virtuales por DUN. También se construyeron los mapas políticos para el Concejo de Bogotá con los resultados electorales 2016-2019.
Posteriormente, en 2018 se volvió a presentar la propuesta de un sistema electoral mixto, pero esta vez solo para la elección de la Cámara de Representantes y asambleas departamentales y concejos municipales en territorios de más de un millón de habitantes, acogiendo la fórmula planteada por la Misión Electoral Especial (creada con la firma del Acuerdo de Paz con las Farc) de que el 50% de las curules sean elegidos por DUN y el otro 50% por listas cerradas por partido.