Existe evidencia de que la relación entre el Concejo de Bogotá y los ciudadanos es casi nula o inexistente, lo que quiere decir que los bogotanos no sabe quién los representa en el Concejo, por tanto no pueden hacer control social y los concejales tampoco saben a quién deben rendirle cuentas. Así lo muestran los resultados la última medición de capital social[1] realizada en el 2011, que indican que en Bogotá el Eslabonamiento legislativo[2], que mide la fortaleza de la relación entre los representantes y el electorado, ha caído de una manera dramática desde 2005, y en especial el eslabonamiento del Concejo Municipal[3]. En el 2011, Bogotá registró el promedio más bajo en eslabonamiento de Concejo Municipal en todo el territorio nacional. Además, los resultados señalan que tan solo el 1% de un censo electoral de cinco millones de personas (50.000) considera que el concejal lo representa, esto para el total de 45 concejales elegidos en Bogotá.
Estos datos hacen evidente algunos de los problemas del sistema electoral que opera actualmente para elegir el Concejo de Bogotá. Primero, los candidatos para en el proceso electoral terminan siendo un número y un logo dentro de un confuso tarjetón con una numerosa lista, mientras las propuestas programáticas pasan a segundo plano, y la mayoría de las veces ni siquiera llegan a conocerlas los ciudadanos. Además, luego de que los candidatos salen elegidos, resulta un privilegio para un ciudadano acercarse a un concejal.
De lo anterior se desprenden varias consecuencias: (1) El Concejo pierde efectividad para impulsar reformas de interés colectivo con impacto en la ciudadanía. (2) La participación ciudadana se ve limitada al voto y no trasciende al control social que debe ejercer el ciudadano sobre la gestión de los concejales. (3) No hay una verdadera rendición de cuentas por parte de los concejales.
Frente al problema de la falta de representación se construyó el Mapa Político del Concejo de Bogotá, una propuesta que le permite a los ciudadanos identificar quién, individualmente, es el concejal que debería representar a los habitantes de un territorio, para que puedan organizarse y colectivamente hacer control social a la gestión de él o ella, llamando a rendir cuentas.
El Mapa Político muestra como quedaría compuesto el Concejo de Bogotá, si la elección se hiciera según la propuesta del Sistema Electoral Mixto (SEM). El planteamiento básico de ésta propuesta combina la elección por territorios o Distritos Uninominales (DUN), donde el representante que saca más votos en un territorio (mayoritario) se lleva la curul, con la elección por el Tramo Proporcional, manteniendo la proporcionalidad entre votos y curules.
Para la elección por el tramo proporcional, se eligen otros candidatos diferentes a los elegidos en los DUN así: Los votos de los candidatos no elegidos en DUN se suman por partido, y de listas cerradas y ordenadas que presenta cada partido, se eligen otros candidatos, cuyas curules se adjudican proporcionalmente utilizando la cifra repartidora. Así las cosas, el 60% de las curules se elegirían por DUN y 40% para el tramo proporcional.
El Sistema Electoral Mixto es una propuesta concreta para estructurar cómo los habitantes de un territorio adquieren la capacidad de identificar y controlar colectivamente a su representante, llamarlo a cuentas y cambiar la ecuación de poder en Colombia. Esto permite además pasar de una relación atomizada y clientelista, a base de pedir favores, por una donde los ciudadanos organizados por medio de una sociedad civil fuerte, densa y articulada, le exijan cumplir las promesas a quien salga elegido y lo castiguen contundentemente por no obedecer el mandato colectivo de la ciudadanía que representa.
Para la construcción del Mapa Político del Concejo de Bogotá, conformado por 45 concejales, se determinó que 27 curules (60%) se elegirían por DUN, y las 18 restantes (40%) por el tramo proporcional. Con este criterio, para el Distrito Capital se construyeron 27 territorios o DUNs, agrupando UPZ´s que además de tener cercanía geográfica, debían tener características sociales y culturales similares y cumplir con el criterio de tamaño de población, cuyo promedio es de 290.000 habitantes (ver anexo 1).
Una vez construidos los 27 DUN´s, se realizó un ejercicio de simulación con la votación efectiva que se registró para la elección al Concejo de Bogotá en octubre de 2015, es decir, se calculó quienes ganarían en cada uno de los DUN´s y quienes serían los elegidos por el Tramo proporcional. Este ejercicio dio como resultado el Mapa Político del Concejo de Bogotá 2016-2019, con los 27 concejales elegidos en cada DUN y los 18 elegidos por el Tramo proporcional.
Dado que cambiar el sistema electoral requiere una reforma constitucional, el Mapa Político del Concejo de Bogotá 2016-2019 se constituye en una herramienta que se puede utilizar, por una parte, para responsabilizar a los concejales de un territorio y permitirle a sus habitantes tener quién hable por ellos colectivamente en el Concejo; y por otra, que los bogotanos identifiquen claramente quién es el concejal que representa su territorio, para así mismo pedirle cuentas de una forma más contundente y efectiva. La ciudadanía tiene de esta forma más mecanismos para ejercer el control social y político, y cuando el concejal se postule para su reelección, los votantes tendrán mayores argumentos para apoyarlo o no con su voto.
El Mapa Político, además de ser una herramienta para promover el control social y la rendición de cuentas, es un instrumento de gobernabilidad que le permitiría al Alcalde electo validar su gestión a través de los concejales en cada territorio. Además, el Mapa Político con los Distritos Uninominales (DUN´s), permite generan espacios de racionalidad frente a intereses públicos comunes, dinamizar los procesos de descentralización, activar mecanismos de transparencia estructurada y construir racionalidad colectiva a nivel local a través de procesos de planeación participativa y presupuestos participativos.
*ANEXO 1: Distritos Uninominales para la elección del Concejo de Bogotá
[1] Hurtado, D; García D y Copete, A. Las vicisitudes del Capital Social de Colombia: Los cambios en Capital Social, Confianza y control indirecto del Estado y Fe en fuentes de información no validadas. Bogotá, Fundación Restrepo Barco, 2013.
[2] Eslabonamiento legislativo refleja la fortaleza de la relación entre el electorado y sus representantes. El planteamiento teórico de principal-agente (Pitkin, 1957), presenta una concepción específica de representación donde el electorado (el principal) otorga un mandato al representante (el agente) para que actúe por ellos. En esta concepción el representante tiene que rendir cuentas ante sus electores, explicar su comportamiento legislativo y portar los intereses y visiones que sus representados tienen sobre cómo debe avanzar la sociedad.
[3] El Eslabonamiento de Concejo Municipal se midió con tres ítems: ¿Recuerda por cual candidato votó para Concejo Municipal?. ¿Sabe si salió elegido?. ¿De los cuerpos legislativos el representante del Concejo Municipal es el más cercano o quien lo representa mejor?.